Como bien os dije en el post de las cocas de brios, Francisco nos deleitó mientras esperábamos el horneado con unos suculentos "xuxos" o "sustos" como él les llama. Estaban deliciosos, hoy mismo me estaba acordando de ellos, ¡quién pillara uno ahora mismo! relleno de chocolate negro como él mismo nos lo ofreció. Madre mía, madre mía… (esta frase es la que suele decir Paco mientras ve sus obras salir del horno)
¿A que tienne buena pinta?
A nosotros nos duró en las manos lo que tardamos en digerirlos, que precisamente no fue un rato largo, con el olor que había en el obrador a dulce, a briox... parecía que nos lo iban a quitar de las manos. Vamos, que nos los comimos como si fuesen robados, ¡¡jaja!!
La verdad es que ahora me deleitaría más comiéndomelos, la nostalgia de ese sabor se ha colado en mi salón mientras hacía zapping con el mando de la televisión, y la verdad, me han ofrecido palomitas pero... como que no, que no, que ahora lo que verdaderamente me comía sería un xuxo de estos, sin café y sin nada más, eso sí, relleno de chocolate a ser posible dos veces, jajaja...
La verdad es que ahora me deleitaría más comiéndomelos, la nostalgia de ese sabor se ha colado en mi salón mientras hacía zapping con el mando de la televisión, y la verdad, me han ofrecido palomitas pero... como que no, que no, que ahora lo que verdaderamente me comía sería un xuxo de estos, sin café y sin nada más, eso sí, relleno de chocolate a ser posible dos veces, jajaja...